HISTORIA

Secundaria Marcelino Champagnat en Mexicali

A fines del curso escolar 1989-1990, el Consejo Provincial decidió enviar a tres Hermanos a un lugar de inserción popular, respondiendo al llamado del gobierno marista a nivel internacional, de ir a los más necesitados. Fueron invitados los Hermanos Guillermo Hernández, Luis Solórzano y César Rodríguez.

La intención del Consejo Provincial era bastante clara en el sentido de que se deseaba una escuela. No obstante, los hermanos enviados fueron avisados la víspera del inicio del curso escolar 1991-1992, con lo cual, era imposible iniciar labores, puesto que no se tenía un terreno, no habían definido ninguna estrategia y no contaban con un proyecto a desarrollar.

Visto que la tarea de empezar ese año una escuela, era imposible, se dedicaron a buscar un lugar para residir, explorando en los barrios de las afueras de Mexicali. No fue difícil identificar los barrios más marginados y pronto dieron con la Colonia Solidaridad Social, rumbo a la carretera a San Felipe.

El segundo año fue enviado a  Tijuana el Hno. Luis Solórzano  y vino a completar la comunidad el Hno. Erasto Meza, haciendo un enroque. Todo el primer año lo dedicaron a hacer sensibilización en la comunidad sobre la necesidad de una escuela secundaria, insistiendo en que debería ser con propios recursos de la comunidad que se construiría, aunque nunca dijeron que sí, contaban con subsidio.

El terreno fue donado, por Inmobiliaria del Estado, haciendo una conciliación con los líderes de la comunidad y utilizando amistades e influencia de personas conocidas. Se entrevistaron con el Secretario de Educación y les dio su apoyo para iniciar la obra.

La obra empezó de manera muy sencilla, con desperdicios de madera de los “pallets” que son la base que utilizan los montacargas para transportar objetos pesados en la industria maquiladora. Como techo tenía una lona y el piso era de tierra. En septiembre de 1990 iniciaron con un grupo y empezaron a trabajar con un grupo muy reducido de maestros, pensando en que la obra  crecería.

A fines del año escolar 1990-1991, empezaron la construcción de  cuatro salones de clase, con la ayuda del Sr. Obispo y con un donativo recibido por parte de la Lotería Nacional.

El segundo año tenía algo más parecido a una escuela, consiguieron un donativo de muebles escolares de Estados Unidos y contaban ya cuatro salones  con piso de cemento.